Lo has preparado todo para que tu hotel sea excepcional. Te has gastado mucho dinero en una rehabilitación del edificio, lo has decorado con gusto, has contratado a un buen fotógrafo y tienes un personal altamente profesional. Pero, aun así, en un buscador de hoteles que traduce automáticamente aparece un enorme disparate en el texto.
Ha sido lo que le ha pasado, por ejemplo, al Yes! Lisbon Hostel en su página en español del popular sistema de reservas HostelWorld, donde una mala pasada del sistema automático de traducción de Google que se utiliza para las versiones donde no se ha incorporado una traducción propia menciona que «ofrecen vacunas gratis todas las noches».
Técnicamente, la explicación del error en la traducción es bastante sencilla. El traductor automático de Google va mejorando cada día, pero aún no es lo suficientemente avanzado como para determinar los contextos que hacen que algunas palabras puedan tener una traducción u otra. En este caso, el original en inglés hablaba de free shots. Dado que la palabra shot– que en el contexto de un bar significa «chupito»- también puede traducirse por «inyección», el traductor automático de Google muestra las palabras «vacunas gratis» en lugar de «chupitos gratis» que serían las correctas en este contexto.
El caso es aún más notable cuando estamos hablando de un fantástico albergue, recientemente inaugurado y que ha recibido incluso premios en el pasado como el albergue más popular de Lisboa -e incluso el premio anual de HostelWorld al Mejor Albergue del Mundo en el año 2013-. Se ha cuidado el entorno, las instalaciones y el ambiente para crear un albergue de alta calidad pero, a la hora de venderse al vecino mercado español por uno de los canales líderes de reservas de albergues, se ha dado una imagen hilarante.
Promocionar tu hotel en Internet es barato, pero no gratis
Esto nos lleva a un error bastante repetido en hoteles pequeños y albergues: pensar que en Internet se vende gratis o casi y que el único coste es la comisión que se lleva el motor de reservas. Es cierto que cualquier hotel puede tener una página informativa en un motor de reservas incluyendo apenas un pequeño texto y unas fotografías y que la disponibilidad es sencilla de gestionar.
Pero si queremos obtener el máximo de la venta de habitaciones por Internet tenemos que cuidar algunos detalles para que nuestro hotel o albergue sea lo más atractivo posible… y eso también cuesta dinero. Así que, así como cuidas la decoración del establecimiento o lo mantienes en perfecto uso, también tienes que vigilar esos pequeños detalles en tu presencia en Internet. Algunos fallos habituales son:
– Las traducciones automáticas: Es cierto que hay decenas de idiomas que puedes utilizar para llegar a tus clientes, pero tienes que definir los idiomas preferentes de los clientes a los que quieres llegar y asegurarte de que tu presencia en Internet para ese idioma sea impecable.
– Las traducciones de mala calidad: Cuando confías en profesionales poco preparados, la mayor parte de las veces obtienes productos poco preparados. Asegúrate de que quien te traduzca los textos sea un experto en el idioma correspondiente.
– Las fotografías caseras: Un hotel puede entrar por los ojos con las fotografías de una página web. Aunque la mayor parte de las páginas web las ofrezca en tamaño limitado y con escasa resolución, la diferencia de la primera impresión de un hotel con buenas fotografías es muy diferente que la de otro con fotografías malas. Si encima aparecen detalles chapuceros como la impresión de la fecha y la hora a la que fueron tomadas, peor aún. Las fotografías pueden parecer un gasto superfluo, pero se amortiza totalmente en número de reservas con el tiempo.
– Descripciones poco adecuadas: Depende mucho del público de cada establecimiento. Si hablamos de grandes hoteles, el formato es más tradicional. Pero si hablamos de apartamentos, pequeños hoteles con encanto o albergues, es una fantástica oportunidad para diferenciarse de otros establecimientos. Cuando tenemos un establecimiento con una personalidad o calor especial, hay que escribir un texto que sea igual de especial.
– Pasarnos por exceso: Al igual que podemos fallar cuando nos quedamos cortos, también podemos irnos por encima de nuestras posibilidades reales. Tener una página perfectamente traducida al chino cuando ningún miembro de nuestro equipo puede entenderlo puede significar que nos lleguen consultas o preguntas en ese idioma a las que no podremos dar respuesta.
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