Qué ver en San Francisco

Entre las ciudades turísticas de la Costa Oeste de Estados Unidos, San Francisco sobresale notablemente por atractivos y número de visitantes. No es para menos, ya que se trata de una de las ciudades más pintorescas de Estados Unidos y, sin duda, una de las más bonitas. El único problema, la lejanía de la Costa Oeste, que hace que muchos de los visitantes al país no lleguen hasta ella. Hoy vamos a dar un pequeño paseo por ella.

Visitar San Francisco desde España es aún algo complicado en cuestión de vuelos. No hay vuelos directos a la Costa Oeste de Estados Unidos y lo más cercano era una conexión de Continental con Houston o los enlaces tradicionales con escalas en Nueva York, Washington, Philadelphia, Miami, Atlanta o Chicago. Total, un engorro que hacía que muchas personas se quedara sólo en las ciudades de la Costa Este o que, en el mejor de los casos, convertían a las ciudades de la Costa Oeste en parte de un circuito mayor por el país.

Teóricamente, esto debería cambiar a con la ruta directa de Madrid a Los Ángeles de Iberia. Los Ángeles, en sí, es una ciudad bastante más fea y caótica que San Francisco, y su principal atractivo está en los estudios de cine, las playas y las mansiones de Beverly Hills; pero es un gran nudo de comunicaciones. Desde allí, San Francisco está a algo menos de una hora en avión con precios reducidos y muchas frecuencias.

San Francisco es conocido por muchas cosas. Por una parte, ha tenido protagonismo histórico debido a varios terremotos que la han afectado de manera importante -algunos de los cuales han servido como base para clásicos del cine-. Por otra, alberga también la legendaria prisión de Alcatraz. Su Golden Gate es uno de los puentes más famosos del Mundo y fue, además, la ciudad donde se pusieron las bases de la Organización de las Naciones Unidas y la capital gay de los Estados Unidos. Además, en su área de influencia se encuentra Sylicon Valley, el principal centro mundial de la tecnología y la industria de Internet.

Market Street y Fisherman’s Wharf

San Francisco desde la Bahía

La calle principal de San Francisco -y su eje central- es Market Street. Atraviesa de suroeste a noreste todo el centro de la ciudad hasta llegar al puerto y a su alrededor se concentran los principales edificios de oficinas de la ciudad y la vida comercial. Es una avenida amplia que, si bien en algunas zonas puede estar algo degradada, supone un paseo fantástico en su parte final. Es, además, un eje importante de los transportes urbanos. Bajo su superficie pasan varias líneas de metro ligero y el BART (Bay Area Rapid Transport) que comunica San Francisco con el Aeropuerto y otras ciudades cercanas. De ella sale también el tranvía turístico que recorre la colina.

Al final de Market Street nos encontramos con el puerto. De la zona más cercana a esta calle salen los barcos de pasajeros a Sausalito y otras ciudades de la Bahía, así como los barcos turísticos, mientras que si seguimos la línea de costa hacia el Oeste llegamos a Fisherman’s Wharf, el muelle de pescadores, que es la parte más pintoresca de la orilla. Allí nos encontramos con una pequeña zona turística, comercial y de ocio, así como sorpresas como un muelle que normalmente está abarrotado de leones marinos haciendo un ruido enorme. Al final de Fisherman’s Wharf existe una zona turística repleta de tiendas de recuerdos y restaurantes donde se cocinan cangrejos y marisco y se sirve una curiosa sopa de cangrejo dentro de un enorme bollo de pan.

Colinas, tranvías, casas victorianas y calles en zig-zag

Lombard Street

Desde Fisherman’s Wharf, es también muy común ir al centro atravesando la colina principal de la ciudad en tranvía. Y, cuando decimos colina, no nos referimos a una pequeña ondulación del terreno, sino a rampas con una tremenda inclinación. Es uno de los barrios más típicos de la ciudad, tranquilo, residencial y con muchas casas blancas de estilo victoriano que dan la típica escena de postal. El tranvía, también muy típico, serpentea por estas calles y se lanza por cuestas muy pronunciadas. Subirse a él es una actividad obligatoria en la ciudad, aunque suele requerir paciencia al estar casi siempre abarrotado de turistas.

Si nos quedamos a mitad de camino, podremos encontrarnos con la calle en zig-zag de Lombard Street, donde la pendiente era tan grande que la carretera tiene que ir haciendo zig-zag para superarla. Los peatones, por su parte, la pueden subir por unas escaleras que discurren paralelas a la calle.

Otros barrios de la ciudad también son muy curiosos de ver. Chinatown, por ejemplo, ubicado en el centro de la ciudad, es fantástico para visitar y obtener un contraste cultural. Además, en un lugar perfecto para comprar souvenirs y pequeños artículos de decoración oriental. Algo más alejado del centro, Castro es el barrio gay de la ciudad y conserva un ambiente especial.

El Golden Gate

Golden Gate

Algo más alejada del centro, está la zona del puente Golden Gate y el Golden Gate Park. A ambos se puede llegar con una pequeña caminata o, mejor aún, en cualquiera de las bicicletas que se pueden alquilar en la zona de Fisherman’s Wharf. El puente es impresionante y se puede recorrer en coche -evidentemente-, pero también tiene carriles para recorrerlo en bicicleta o a pie. Conviene hacer una parada en alguna de las zonas de descanso en el centro para observar la bahía desde allí.

Al otro lado del puente se encuentra el pueblo de Sausalito. Muy pintoresco y curioso, con las casas elevadas sobre las colinas. También bastante turístico. Se puede volver a San Francisco por el Golden Gate o coger un barco que recorrerá la bahía con vistas excepcionales de la ciudad al ir acercándose a ella. Muy recomendable.

El Golden Gate Park está situado al oeste de la ciudad y es un gran parque creado en el siglo XIX, al que se le han ido añadiendo curiosas construcciones inspiradas en la arquitectura de todo el mundo. Excepcional para relajarse y pasear por él.

Alcatraz

Alcatraz

En este rápido repaso nos queda, finalmente, la leyenda de Alcatraz. La isla de Alcatraz es mítica por su presidio,  que fue cerrado a mediados del siglo pasado. Aunque hay alguna historia de desaparecidos en fugas, no se tiene datos de nadie que haya sobrevivido con certeza a un intento de escape de Alcatraz debido, sobre todo, al frío del agua y a las corrientes de la bahía de San Francisco. La isla es hoy un espacio protegido de aves, pero no por ello ha desmantelado la cárcel. Es más, sigue conservada en el mismo estado en el que se abandonó. Visitar Alcatraz es uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad.

Una empresa de cruceros turísticos ofrece paquetes de viaje en barco y visita a la antigua cárcel. En verano, mejor reservar el viaje por Internet y con bastante tiempo de antelación. Hay que tener cuidado de elegir la correcta, ya que otras empresas ofrecen excursiones en barco donde se acercan a la isla, pero no desembarcan en ella. Una vez en Alcatraz, todos los visitantes reciben una audioguía con la que pueden ir paseando a su aire por el penal. Impresiona poder entrar en las celdas o ver cómo vivían los reclusos, algunos tan célebres como Al Capone. Además, si el tiempo acompaña, las vistas de San Francisco desde la isla son impresionantes.

Cosas a tener en cuenta

Uno de los problemas de San Francisco es el clima. Aunque California tenga fama de ser calurosa, San Francisco tiene un microclima propio que la hace ser una ciudad mucho más fría y húmeda, incluso en el verano. La niebla es muy frecuente y la ropa de abrigo es casi obligada en la maleta. Es sorprendente, por ejemplo, cruzar la Bahía con una San Francisco cubierta por la niebla e ir a dar a parar a una Sausalito completamente soleada en apenas 10 kilómetros.

El transporte público funciona muy bien en San Francisco, por lo que el coche particular no será imprescindible. El metro ligero recorre gran parte de la ciudad -por encima de la superficie o por debajo- y el BART hace un buen servicio en las líneas de cercanías y en la conexión al aeropuerto. Además, las líneas de tranvías y autobuses son bastante fiables. Los tranvías, junto al más turístico de la colina que es una atracción por sí sola, son coches de diversos momentos del siglo pasado rehabilitados y en perfecto funcionamiento.

En resumen, una de las ciudades de Estados Unidos más interesantes para visitar.

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