Recorriendo Madrid con los blogueros de viajes

Hace unos días os presentábamos la ruta por la Comunidad de Madrid con la que participamos en el concurso para blogueros que habían organizado Pepetravel y Turismo Madrid, que bajo el título: A Madrid desde el Norte: De Buitrago a La Latina, pretendía mostrar varios lugares de interés tanto en el Valle del Lozoya como en el área metropolitana de Madrid. Fuimos elegidos finalistas, junto a otros nueve blogueros de viajes, por lo que los organizadores nos invitaron a una ruta turística por algunos de los muchos rincones de interés que tiene la Comunidad de Madrid. Aquí os contamos lo que vimos durante la jornada.

Si ya es difícil hacer una ruta turística de un día por el centro de Madrid, imaginaos lo que supone condensar toda la Comunidad Autónoma en unas horas: Es materialmente imposible. Pero por ello, una ruta de un día tiene que ser más una ruta de detalles que de globalidad, por lo que la organización del concurso quiso darnos unas pinceladas de varias facetas de Madrid: comenzamos en el hotel Puerta de América, seguimos con un paseo por el patrimonio histórico y cultural de Alcalá de Henares, almorzamos en el barrio de La Latina y completamos el día con un paseo por las azoteas públicas del centro de Madrid. Apenas una mínima parte de las opciones que ofrece la región, pero perfectas para un día completo.

El sorprendente hotel Puerta de América

Hotel Puerta de América – Del Flickr de Pepetravel.com

Comenzamos la jornada con una visita al hotel Puerta de América. Muchos madrileños, entre los cuales me incluía hasta el pasado sábado, lo conocíamos únicamente por fuera, sin imaginarnos lo que había en su interior. Está situado muy cerca de Avenida de América, en lo que es la entrada natural al centro de la ciudad desde la Nacional 2 y el Aeropuerto de Barajas. Por ello, somos muchos madrileños los que hemos visto su fachada colorida y las frases del poema que decora la fachada, pero no nos imaginamos lo que había dentro del mismo. Sólo en el momento en el que entras en él y recorres las diferentes plantas te das cuenta de que el edificio es más una pequeña joya arquitectónica que un hotel en sí.

La responsable de Relaciones Públicas y Comunicación del hotel, Sara Díaz, nos explicó el concepto y la idea que estaban detrás del hotel y nos fue guiando por los diferentes espacios, comenzando por el restaurante-terraza de la azotea, ideal para disfrutar de las vistas de Madrid.

Este hotel -de categoria 5 estrellas lujo y perteneciente a la cadena Silken– nació para ser una pequeña obra de arte y contó para ello con algunos de los principales arquitectos del Mundo, entre ellos con cuatro poseedores del premio Pritzker, considerado como el equivalente al Nobel para la Arquitectura. Cada uno de los 12 arquitectos que participaron en la construcción se encargó de proyectar y diseñar una planta con total libertad de materiales, concepto y sin límite de presupuesto, lo que ha permitido que cada una de ellas sea completamente distinta a las demás en concepto, planteamiento y diseño.

Podemos encontrarnos así con plantas como la primera, diseñada por la iraquí Zaha Hadid, en la que ha utilizado un revestimiento a base de un material acrílico conocido como LG Hi-Macs, que se moldea a base de calor y crea espacios sorprendentes. La octava- del israelí Ron Arad– juega con pantallas y formas redondeadas en las habitaciones y la duodécima, de Jean Nouvel, juega con la fotografía y los espacios totalmente configurables con paneles móviles para dar una sensación impresionante.

En el hotel nos comentaron que, además de visitantes de fuera de Madrid, tenían muchos huéspedes madrileños que iban, simplemente, para vivir la experiencia de alojarse en el hotel. Los precios, incluso, durante los fines de semana son relativamente asequibles para disfrutar de una sorpresa o una noche especial -siempre teniendo en cuenta que estamos hablando de un hotel de 5 estrellas, claro está-. El cliente dispone, incluso, de varios iPad en recepción con fotografías de las diversas habitaciones del hotel para poder decidir en cuál de ellas prefiere alojarse.

Una experiencia realmente sorprendente y poco conocida para muchos de los que sólo hemos pasado habitualmente por delante del edificio, pero sin llegar a interesarnos por él.

Alcalá de Henares: el toque histórico

Tras la primera visita del día, nos dirigimos a Alcalá de Henares. A unos 30 kilómetros del centro de Madrid, Alcalá es una de las grandes excursiones de un día que se pueden hacer en las proximidades de la capital junto con propuestas como El Escorial y Aranjuez, o las vecinas Segovia o Toledo. Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, conserva un excelente patrimonio histórico y un centro monumental en el que su Universidad cobra un protagonismo especial.

Universidad de Alcalá – Del Flickr de Pepetravel.com

Excelentemente guiados por Isabel, allí hicimos una primera visita a la Casa Museo de Cervantes -nacido en esta localidad madrileña-, en la que pudimos ver una muestra permanente dedicada a la vida y obra del autor de Don Quijote de la Mancha y una recreación de cómo podría ser la vida en su época; mientras nos narraban peculiaridades, historias y anécdotas de su vida como que, según parece, no se conserva ningún retrato real de Cervantes, sino que todas las imágenes, representaciones y pinturas que se han hecho con su imagen responden a lo que nuestra guía llamó «un retrato robot» del escritor.

De allí nos dirigimos a la Universidad, sin duda el monumento principal de Alcalá de Henares. Allí pudimos ver con calma la fachada, el claustro y el Paraninfo -donde se celebra la ceremonia de entrega del Premio Cervantes– mientras escuchábamos algunas historias de cómo era la vida en la universidad. Por ejemplo, nos explicaron el origen del término «gorrón» que se aplicaba a aquellos estudiantes pobres que se pagaban los estudios trabajando como criados de los estudiantes más ricos y que, para distinguirlos, se les ponía una gorra enorme. O, también, cómo a los estudiantes que suspendían se les manteaba, en lo que parece ser el origen de la expresión «ser un manta».

Completamos nuestro paso por Alcalá con una visita al Parador. Con un estilo diferente al Puerta de América, el Parador de Alcalá de Henares es también un cuidado ejercicio de arquitectura. Si el citado hotel era un ejercicio de libertad, el Parador suponía un desafío para el arquitecto, obligado a mantener el carácter histórico del lugar y limitado enormemente por las normas de urbanismo y la protección del entorno. El Parador tiene como edificio emblemático el antiguo Convento de Santo Tomás y la Hostería del Estudiante, que datan del siglo XVII y han sido sensacionalmente rehabilitados, pero ha unido también otros espacios vecinos, como los de la antigua cárcel, que ha ido incorporando al complejo.

Uno de los grandes problemas a los que se enfrentaban en su construcción fue el hecho de que los nuevos edificios no pudieran superar la altura del muro que les separaba de las calles del centro histórico, para lo que la gran solución fue utilizar un modelo de construcción bajando el nivel del terreno y buscando soluciones originales para garantizar la entrada de luz en las habitaciones.

Su subdirector, José Ignacio Bosch, nos fue enseñando los diferentes espacios del Parador y contando las historias de su construcción y algunas anécdotas sobre el edificio y su entorno. Por ejemplo, que varias escenas de la serie Cuéntame se rodaron en un solar vecino que acabó formando parte del proyecto de Parador. Nos sorprendió, especialmente, el fantástico spa del edificio.

Las azoteas del centro de Madrid

Posteriormente, regresamos a la capital para reponer fuerzas con una comida en la Taberna del Capitán Alatriste -un restaurante ambientado en un entorno muy clásico- en la que destacaron especialmente las migas con uvas. Fue una bonita manera de empezar una tarde en la que había planeada una pequeña ruta por los tejados de Madrid de la mano de Arma, guía de la empresa de rutas guiadas alternativas MadWay, en la que visitamos las terrazas del Círculo de Bellas Artes, el Centro de Arte Reina Sofía y la Casa Encendida.

La azotea del Círculo de Bellas Artes es uno de los miradores míticos del centro de Madrid. A ella se accede por un ascensor y la entrada cuesta dos euros. La vista sobre todos los tejados de la zona de la Gran Vía, Alcalá y el centro y sur de Madrid es excepcional, pero no sólo destaca por ello. El color blanco de su suelo, sus diferencias de nivel, las diferentes baradillas y poder contemplar de cerca la torre y las estatuas que coronan el edificio hacen que la visita sea completa.

Terraza del Círculo – Del Flickr de PepeTravel.com

De allí, a pie, nos desplazamos al Centro de Arte Reina Sofía pasando por delante del Congreso de los Diputados y el CaixaForum con su jardín vertical en la plaza que sirve de acceso. El Reina Sofía es un museo que he visitado varias veces, pero del que desconocía totalmente la existencia de una terraza en la tercera planta de la parte nueva. No destaca precisamente de sus vistas sobre la ciudad -apenas se ve Atocha y todo el patio central del Museo-, pero es una visión diferente del centro de Madrid. Es una azotea cubierta por un tejado rojo donde se reflejan las luces y las imágenes del tráfico y rebota el sonido para crear una experiencia, no precisamente relajante, pero sí totalmente urbana. Llama mucho la atención el poder disfrutar de ese ruido y esa actividad del centro de Madrid desde un lugar arquitectónicamente privilegiado y poco frecuentado. Quizá diría que es una experiencia más sonora que visual, pero para gustos los colores.

Finalmente, el recorrido por las azoteas concluyó en la Casa Encendida, el centro cultural de la Obra Social de Caja Madrid de la Ronda de Valencia. Es una terraza más para disfrutar en ella que de ella. No es un edificio alto y tiene unas vistas limitadas a algunos tejados del barrio de Arganzuela, pero tiene un ambiente que le da cierta tranquilidad. En uno de sus laterales conserva, incluso, un mini jardín botánico con especies de varias zonas de Madrid. Para mí, de todos modos, esta terraza se disfruta especialmente en verano, con los conciertos y sesiones de cine al aire libre que la Casa Encendida organiza en ella al anochecer.

Una jornada completa, en resumen. Hemos visto, apenas, una mínima parte de lo que ofrece la Comunidad de Madrid, pero para pasar un día hay que elegir entre miles de opciones de ocio, cultura y diversión; así que lo que pudimos disfrutar el pasado sábado por la tarde fue una simple pincelada de entre todas las propuestas posibles.

Y, por si tenéis curiosidad por saber quién ganó el concurso (que fue lo de menos en aquella tarde turística), que sepáis que fuimos nosotros. El resto de los finalistas- excelentes blogueros y tuiteros a los que recomiendo encarecidamente seguir y, desde el sábado, también buenos amigos- fueron los siguientes:

(Las fotos que ilustran este artículo son del album de Flickr de @Pepeday)

3 Responses to “Recorriendo Madrid con los blogueros de viajes”

  1. Hola, muy interesante el recorrido por las azoteas.
    Alguien sabe si se puede subir también al edificio que hay en Cibeles, el que era antiguamente de correos?
    el otro dia pasé en coche por ahi y vi mucha gente arriba, y me preguntaba si se puede subir, la vista tiene que ser fabulosa.